domingo, 27 de noviembre de 2011

Nueva forma de energía: HIDRÓGENO.

Una de las soluciones para que en un futuro no haya una dependencia tan grande de el petróleo es el hidrógeno ya que es abundante y limpio. Sin embargo, este elemento nunca aparece sólo.


Por eso, se han desarrollado pilas de combustible, mediante las cuales se produce el funcionamiento de los automóviles de hidrógeno, que reduccie la contaminación y del cambio climático.

Una pila de combustible dispone de dos electrodos, el polo negativo (ánodo) y el polo positivo (cátodo).
-     En el lado del ánodo las moléculas de hidrógeno almacenadas en el depósito se dividen en protones de carga positiva y electrones de carga negativa. Los protones llegan al lado del cátodo a través de una membrana impermeable sólo para ellos. Por el contrario, los electrones son conducidos hasta el cátodo a través de un cable eléctrico. En el camino, los electrones cargados generan un flujo de corriente.
 -          En el otro lado de la pila, en el cátodo, los electrones reaccionan con las moléculas de oxígeno procedentes del aire formando iones de oxígeno de carga negativa. Cada ión de oxígeno negativo, junto con dos protones de carga positiva, dan lugar a una molécula de agua. Al final del proceso se ha generado una corriente eléctrica, así como agua. La corriente eléctrica obtenida impulsa, a su vez, los motores eléctricos.

Para empezar a explicar un poco más el hidrógeno podemos explicar sus ventajas e inconvenientes:
Las favorables propiedades del hidrógeno para ser utilizado como combustible son bien conocidas desde antiguo:

·         Reservas prácticamente ilimitadas.
·         Facilidad de combustión completa.
·         Bajo nivel de contaminantes atmosféricos. En estos momentos, con especial atención a la ausencia de CO2 entre los productos de combustión.

Simultáneamente, algunos aspectos desfavorables han impedido la difusión del uso:

·         No existe libre en la naturaleza
·         Elevado coste de producción.
·         Se trata de un gas muy inestable y explosivo que debe conservarse a unos 253 grados bajo cero o a una presión muy alta, por ello es muy difícil de llevar de forma segura en coches y debido a su volumen necesita de depósitos de combustible mayores para almacenar la misma cantidad de gasolina y obtener así la misma autonomía.


·         Desarrollar una infraestructura de repostaje y mantenimiento de los vehículos.

Pero hay que destacar que a pesar de sus inconvenientes, los expertos consideran al hidrógeno un buen candidato a entrar en las vidas de los consumidores en el futuro.

El motor de hidrógeno se ha convertido en una de las alternativas más comentadas para los nuevos vehículos no contaminantes.



Un buen ejemplo es el Opel Zafira  que acelera de 0 a 100 km/h en 16 segundos, alcanza una velocidad máxima de 160 km/h y tiene un depósito capaz de almacenar 4,5 kilos de hidrógeno le proporciona una autonomía de 400 kilómetros, además no contamina y apenas produce ruido.

Los objetivos:

·         Conseguir que el motor tenga un precio similar a uno de gasóleo, ya que se pretende que este modelo pueda ser utilizado por todo el mundo.

·         Aumento de las centros de repostaje, actualmente existen 135.000 estaciones de servicio convencionales en la Unión Europea, por lo que haría falta invertir unos 12.000 millones de euros para convertir el 10 por ciento de ellas en proveedoras de H2.


Características de los coches que utilicen hidrogeno:

·         Para empezar, podemos ver que no existe la palanca de cambios convencional; en su lugar se ha instalado una caja de cambios automática con pulsadores electrónicos para seleccionar la marcha hacia delante “D”, parking “P” o marcha atrás “R”.

·         También es diferente la pantalla central del salpicadero, en la que ahora se muestran parámetros sobre el funcionamiento del motor, el rendimiento de las baterías o la temperatura del sistema y el correcto funcionamiento de todos los componentes.

·         La altura de las plazas delanteras, han sido elevadas en unos centímetros con la intención de poner bajo el asiento el depósito de combustible, uno de los elementos más delicados del sistema, pues la volatilidad del hidrógeno es muy elevada y requiere una elevada protección térmica. El motor eléctrico situado debajo del capó, recibe la alimentación desde las células de combustible, que generan electricidad al mezclar el hidrógeno que contiene el depósito de combustible y el oxígeno del aire. El único residuo que genera esta reacción es vapor de agua

·         Una vez dentro, lo primero que nos llama la atención es la ausencia de ruido, inicia el movimiento de forma automática con sólo pisar el pedal del acelerador, de forma suave y continua. Acelera correctamente y proporciona buenas recuperaciones, aunque, lógicamente, no hemos podido tomar datos de prestaciones.




“Todos creen que será el futuro y que el petróleo, poco a poco, se irá agotando. Su precio será muy alto, por lo que debemos tener otras energías alternativas”





BIBLIOGRAFÍA:



MªJesús Escudero Provencio

1 comentario:

  1. Me parece una muy buena idea el usar el hidrógeno como combustible para los coches,ya que es una forma de reducir el impacto medioambiental que producen los coches que funcionan gracias el petróleo,así podremos luchar el cambio climático buscando energías alternativas y que no contaminen,y conservar el planeta a futuras generaciones.
    Sólo hace falta que este tipo de ideas,se pongan cuanto antes en práctica y no se espere más tiempo.
    BLANCA ARRANZ 1ºB BACH CLARET

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